¿Por qué planean derribar la estatua de Poseidón?

¿Será el culpable? Una misteriosa estatua de Poseidón ha causado revuelo en las  calles del Progreso, Yucatán; y ahora los residentes planean derribar la estatua cueste lo que cueste. ¡Conoce la razón!

En una extraña vuelta del destino, una majestuosa estatua del dios Poseidón emergió misteriosamente en las arenas doradas de Progreso, Yucatán, el pasado 28 de mayo. Esta figura colosal, que evoca el poder del dios de los mares en la mitología griega, se convirtió en el foco de atención tanto de locales como de visitantes que pasean por el malecón. Desde su llegada, las opiniones han estado divididas: ¿Es esta escultura una bendición cultural o una intrusión inoportuna en las costas tranquilas de Progreso? Mientras algunos la celebran como una nueva atracción turística que podría impulsar la economía local, otros la ven con recelo, temiendo que perturbe el equilibrio natural de la zona.

Las redes sociales se han encendido con una polémica inesperada: un grupo de residentes locales planea un acto radical en los próximos días, con la misión de destruir una estatua recién instalada en las playas de Progreso. ¿La razón? Argumentan que la presencia de la imponente figura del dios griego Poseidón ha perturbado al dios maya de la lluvia, Chaac. El debate ha tomado un giro inusual, alimentado por teorías que vinculan la instalación de la estatua con fenómenos meteorológicos recientes. Según una tiktoker y otros detractores, las intensas lluvias e inundaciones que han azotado la región en las últimas semanas podrían estar directamente relacionadas con la presencia de Poseidón en las costas yucatecas.

Mientras tanto, Mauricio Vila, gobernador de Yucatán, enfrenta un desafío inesperado al mantener su apoyo a la estatua como una nueva atracción turística para Progreso. La controversia en torno a la estatua de Poseidón en Progreso, Yucatán, ha alcanzado nuevos niveles de tensión con la aparición y desaparición misteriosa de eventos en Facebook destinados a destruir la escultura. El primer evento, titulado “Ir a destruir la estatua de Poseidón”, logró captar la atención de más de 30 mil personas interesadas en derribar la estructura de fibra de vidrio de tres metros de altura. Sin embargo, repentinamente desapareció de la red social, dejando a la comunidad desconcertada.

Pese a la desaparición del primer evento, otros similares han surgido recientemente, todos con el mismo objetivo: demoler la controvertida figura. Algunos planean realizar el acto de protesta el miércoles 3 de este mes, mientras que otro evento está programado para el 15 de julio.

La especulación se intensifica en medio de la amenaza inminente de ‘Beryl’, un huracán clasificado actualmente como categoría 4, que se espera impacte en la Península de Yucatán en los próximos días, provocando temores de fuertes lluvias y condiciones climáticas severas en la región. Con ‘Beryl’ acercándose y la incertidumbre climática creciendo, la comunidad se encuentra en una encrucijada entre tradiciones ancestrales y la atracción de nuevas oportunidades turísticas. Este contexto añade una capa adicional de tensión a un debate ya inflamado, donde la lucha por la identidad cultural y el desarrollo económico se entrelazan de manera compleja.

Mientras tanto, las autoridades locales continúan vigilantes y preparándose para cualquier eventualidad, buscando manejar no solo la emergencia climática inminente, sino también las divisiones y preocupaciones dentro de la comunidad.

Hasta la noche del martes 2 de julio, tanto el ayuntamiento de Progreso como el gobierno estatal de Yucatán no han emitido ningún comunicado oficial respecto a la amenaza del huracán ‘Beryl’ ni han abordado públicamente las controversias en torno a la estatua de Poseidón en las playas de Progreso.